Ayer se lanzó 'The Last Photo', una campaña de la organización benéfica Campaign Against Living Miserably (CALM) que quiere crear conciencia sobre el incomprendido comportamiento suicida y darnos las herramientas necesarias para saber detectar los llamados “signos invisibles" y así saber actuar en consecuencia.
Para ello se ha inaugurado en Londres, a orillas del río Támesis, una exposición de 50 fotografías personales en las que se pueden contemplar a personas felices disfrutando de una tarde con amigos, una fiesta, con sus mascotas, familias e hijos. Sin embargo, esconden una dura realidad: son las últimas fotos que se hicieron antes de quitarse la vida.
Con esta acción nos hacen comprender que los suicidas no siempre parecen suicidas y que a menudo, las señales del suicidio no son tan evidentes como creemos.
Así, esta campaña, creada a nivel nacional en Reino Unido por la agencia adam&eveDDB para CALM, lucha contra los estigmas que rodean al suicidio, como ya hicieron en 2018 con Project 84, un proyecto que con la ayuda del artista Mark Jenkins consiguió aumentar en un 35% las llamadas a la línea de ayuda de CALM.